El derecho a la libertad.

   Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión; este derecho incluye la libertad de cambiar la religión o creencia, así como la libertad de manifestar su religión o su creencia, individual o colectivamente. Tanto en público como en privado, por la enseñanza, las práctica, el culto y la observancia. Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de frontera, por cualquier medio de expresión. Sin embargo, día a día somos testigo de los innumerables abusos y violaciones a nuestros derechos de libertad. Muchas veces no le damos la importancia que esto se merece , estamos siendo pasados a llevar y fomentamos una opresión a nuestros sentimientos, aspiraciones e ideales. Podemos ver en diferentes situaciones como la sociedad, en especial los poderosos como los políticos y las diferentes autoridades e instituciones, no nos permiten ejercer la intención que realmente tenemos respecto a nuestra vida o cualquier otra situación como un pensamiento, un ideal, un proyecto, una idea, una opinión, una crítica, un sentimiento o emoción.

   Hablando a nivel cultural se puede observar que existen diversas culturas en las que no se permite la libertad de expresión, tales como la homosexualidad o las creencias religiosas. Tan Solo en once países del mundo está legalizado el matrimonio homosexual.
   Aun se ve como la religión oprime y desaprueba los actos que van en contra de sus creencias, siendo que si realmente hubiéramos el libre albedrío no habría razón para criticar o detener, por ejemplo, cuando una pareja de homosexuales quiere estar juntos la iglesia católica no lo acepta. Otro caso es el de los predicadores, que nombran a los que no son creyentes como hijos de Satanás.   Cada persona que esté completamente consiente y enfocada debe tener su total derecho de libertad, nadie debe oprimir a nadie imponiendo costumbres o estilos de vida, cada individuo tiene la capacidad de decidir por sí solo y la libertad debe ser la misma para todos.